Elena Poniatowska, 88 años y todas las letras

Elena Poniatowska, 88 años y todas las letras

 

Un 19 de mayo pero de 1932, nació en Paris la periodista, escritora y activista mexicana (naturalizada en 1969), Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska, más conocida como Elena Poniatowska.

A los 10 años llega a México como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial junto a su madre María de los Dolores Amor Escandón (conocida como Paula Amor) y su hermana Sofía. Su padre, el príncipe Jean Jose Evremond Sperry Poniatowski, las alcanzaría después, una vez terminado el conflicto armado pues estaba enlistado en el ejército francés. Su padre era heredero de la corona polaca, por lo que Elena heredó el título de princesa de Polonia, sin embargo, nunca ha mostrado interés sobre esa parte de su vida.

En México, ella y su hermana aprendieron a hablar español gracias a su nana, Magdalena Castillo e ingresaron en el Windsor School para continuar sus estudios de primaria.

En 1949 fue enviada a Estados Unidos para estudiar, primero en un colegio católico en Filadelfia y después, en Manhattanville College de Nueva York.

A su regreso en tierras mexicanas en 1952, estudió taquimecanografía y se desempeñó como secretaria bilingüe. Es en 1953 que comienza su carrera en el periodismo, publicando durante un año en el Excelsior crónicas que firmaba como Helène, en estas crónicas retrataba la realidad del México de los años 50’s.

Después, se mudó a la publicación Novedades, en 1955; gracias a su osadía al entrevistar a grandes celebridades y personalidades del momento, de quienes ella conocía casi nada al ser prácticamente nueva en el país se ganó la simpatía del público. En sus primeras entrevistas abordó a la cantante Amália Rodrigues, Manuelita Reyes, la pintora María Izquierdo, el escritor Juan Rulfo, a la actriz Dolores del Río, entre otros.

En 1955 publica su primer libro, la colección de cuentos Lilus Kikus, seguido de Todo empezó el domingo, publicado en 1963, en este libro retrató la vida dominical de los habitantes del antes llamado Distrito Federal. En 1965 realiza un viaje por Polonia acompañada de su madre y es ahí cuando comienza a ser más evidente su sentido crítico ante lo moralmente establecido, la justicia y ante la vida en general, según las crónicas que envía a Novedades.

El reconocimiento internacional le llega después de la publicación de su libro testimonial Hasta no verte Jesús mío (1965), basado en las entrevistas que mantuvo con Josefina Bórquez, una lavandera que llamó la atención de Elena mientras tendía ropa en su azotea. En 1971 publica La Noche de Tlatelolco, sobre la matanza del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas. Este trabajo periodístico le valió el premio Xavier Villaurrutia, el cúal rechazó, probablemente influyó que fuera durante el mandato del presidente Luis Echeverría, (secretario de Gobernación durante el sacrificio de 1968), que se reconoció su trabajo.  

A pesar de tener una amplia carrera en lo literario y de haber tocado cada uno de los géneros, Poniatowska, nunca ha dejado de cultivar su labor periodística, ejemplo, su crónica colectiva Nada, nadie, las voces del temblor, sobre el terremoto del 85 o su labor informativa durante el conflicto en Chiapas.

También ha publicado La piel del cielo, novela con la que ganó el Premio Alfaguara en 2001, El tren pasa primero, premio internacional de nóvela, Rómulo Gallegos en 2007 y Leonora, sobre la vida de Leonora Carrington, premio Biblioteca Breve de la Editorial Seix Barral en 2011. Además, ha sido reconocida con la Presea “Rosario Castellanos” en 2010; el Doctorado Honoris causa 2011 por la Universidad de París VIII Vincennes-Saint-Denis y en 2013 fue distinguida por el Premio Cervantes, volviéndose la primera mexicana en obtener ese galardón y la cuarta mujer en toda la historia de ese premio.

Elena Poniatowska, se ha caracterizado por poner sus letras al servicio de causas sociales, movimientos de izquierda, feminismos y derechos humanos. En 2011 se crea la Fundación Elena Poniatowska con los objetivos de organizar, difundir y preservar el archivo histórico de la escritora y su familia, apoyar a los grupos sociales que ha retratado en su obra y promover el debate público sobre la cultura mexicana.

Hoy sus textos son traducidos a 20 idiomas y son necesarios para comprender la historia de nuestro país, ya que forman un retrato de la sociedad, de las relaciones de pareja mujer-hombre, de la precariedad, de las costumbres, de las tradiciones, de las desventuras nacionales y del papel de la mujer.

 

marianela@adncultura.org