"HERVÉ KOUBI" regeneró la visión acapulqueña con su muestra dancística desde Francia

"HERVÉ KOUBI" regeneró la visión acapulqueña con su muestra dancística desde Francia

 

  • Cuando David Abulafia se encontró escribiendo en el prefacio de su obra entre lineas:“Tengo la esperanza de que disfruten tanto leerlo”, no sabía que ya lo estaba presagiando en mentes como Hervé Koubi, coreógrafo francés, que tomaría del hilo “El Gran Mar” para inspirar su deslumbrante obra de danza “Las Noches Bárbaras”.

​​​​​Este fin de semana en el Forum Mundo Imperial Acapulco la Compañía de Danza Contemporánea "HERVÉ KOUBI" regeneró la visión acapulqueña con su muestra dancística desde Francia, una algarabía de otro mundo en pos de sonidos musicales acordes a la esencia que se desprendió en el escenario.

En una atmósfera de luces con un total de 14 artistas los espectadores atestiguaron la presentación del espectáculo con la cautela de quien observa una fogata en retrospectiva de una noche al desconcierto.

Un espectáculo que sumergió a la época en que los bárbaros serían protagonistas de las tierras hasta experimentar los límites más extremos de la humanidad para yacer en unión; instintos, muerte, caos, plenitud, empoderamiento, palabras clave que habrían de ser factor de diferentes interpretaciones y que el mismísimo Hervé Koubi habría sacado a relucir también del poema “Esperando a los bárbaros” de Cavafis.

De la impresión de Hervé Koubi

Portando su traje de gala y una sonrisa ante el público, Hervé Koubi, formuló al comienzo las palabras que apuntaron el origen de su verdadera descendencia al norte de África y que objetó ver como hermandades reencontradas en "Las Noches Bárbaras", con respecto a ello también mencionó: "Estoy muy convencido que poco importa ser de Francia, de Italia, de Marruecos, de España, de Argelia, de México; tenemos orígenes más antiguos que las naciones".

El talento de transmitir una época con el cuerpo

La presentación de los 14 artistas en escena con “Las Noches Bárbaras” dejó mucho que decir a favor, desde el manejo de los movimientos, la coordinación, los saltos, las posturas, el vestuario y la interpretación; todo en una noche con el uso determinado de un tiempo/minutos que flotaron con la admiración y persuadieron al reconocimiento de la hermandad de la especie humana. 

Para hacer de esto más desbordante el espectáculo fue completamente gratuito.

¿Por qué impactó?

Uno de los datos curiosos de la presentación resalta en que los bailarines se encontraron dispuestos de materiales como máscaras brillantes entre tonos azules y dorados, atuendos oscuros además de herramientas con forma de cuchilla y palos de madera, mismos que fueron utilizados a su vez conforme transcurrió el espectáculo.

En efecto la entrega completa del cuerpo fue el punto más fuerte, aquí algunas impresiones:

Anomalías sagradas y el juego con la luz

En el escenario las posturas de los bailarines asemejaban a un ser múltiple y en otras figuraban a un ser desterrado que se reflejaba en sintonía con las luces del escenario; en esta parte parecían dar forma a la oscuridad del alma como parte esencial de la naturaleza humana en pos de la renovación.

Piel de alfileres

El bailarín quedaba de pie con dagas que simulaban estar en su cuerpo en medio de la oscuridad, se percibía el temple y la dignidad en alto; los demás bailarines iban y venían del escenario con sigilo.

Algarabía de vivencias esporádicas

De movimientos sigilosos pasaban a evaporarse poco a poco en movimientos más rápidos y festivos, como retractando la esencia viva de dualidad; se podía ver reflejada en estos cuerpos humanos la ensoñación y la extrañeza del hombre, sacudiendo el instinto de la especie primitiva.

Es factible que cuando hubo terminado la demostración de danza contemporánea el espectador se iría en mente con la escena, la quietud y la imágen de la representación humana en su paso por la tierra con esa voluntad distintiva, que pocos o sólo algunos, heredan de los bárbaros.

liliana@adncultura.org